Los microplásticos, esas pequeñas partículas, están entrando en nuestro organismo sin darnos cuenta. Su acumulación en el organismo puede afectar a nuestra salud, situación que está causando preocupación entre los científicos.
Los microplásticos son unas partículas muy pequeñas de plástico que encontramos por todas partes, se consideran microplásticos aquellas partículas que tienen un tamaño menor a 5mm y hasta 1micrómetro. Más pequeños se consideran nanoplásticos. A día de hoy es un problema global muy extendido puesto que los plásticos pueden estar en el medio ambiente o en la cadena alimentaria durante mucho tiempo.
Los microplásticos no producen daño únicamente al medio ambiente sino que también afectan a nuestra salud puesto que a través de la cadena trófica los estamos consumiendo (comiendo y bebiendo) en nuestra dieta. Una vez que los tenemos dentro de nuestro cuerpo, el daño que pueden hacer es muy serio. De hecho, es preocupante que las partículas de plástico lleguen a nosotros a través de nuestra alimentación.
Estos microplásticos pueden fabricarse en este pequeño tamaño de forma intencionada, con lo que hablaríamos de microplásticos primarios (por ejemplo usados en pastas de dientes o exfoliantes), o bien pueden liberarse en el medio ambiente a partir de otros plásticos de mayor tamaño que se van degradando con el tiempo, refiriéndonos en este caso a microplásticos secundarios. De cualquier modo, todos ellos tienen su origen en la actividad humana.
Investigadores del CSIC han descubierto que los microplásticos PET (tereftalato de polietileno) que ingerimos con la dieta pueden afectar incluso a las bacterias que viven en nuestro intestino (microbiota), pudiendo ocasionar inflamación a nuestro cuerpo. De hecho en estudios se ha encontrado presencia de partículas de PET en heces humanas. Las partículas más pequeñas pueden llegar a órganos vitales como el hígado o los riñones y producir graves daños en ellos.

Se ha comprobado que los microplásticos llevan sustancias químicas tóxicas que pueden enfermarnos. Los nanoplásticos, son peligrosos porque pueden atravesar la barrera hematoencefálica que protege al cerebro, relacionando este hecho con enfermedades como el cáncer o trastornos del sistema nervioso como el Alzheimer.
Según el Informe aprobado por el Comité Científico Asesor de Seguridad Alimentaria en noviembre 2019 podemos encontrar micro y nanoplásticos en productos del mar (pescados, gambas y bivalvos) y también en la miel, cerveza, azúcar, sal de mesa, agua embotellada y agua del grifo.
El consumo de alimentos que poseen microplásticos es fundamentalmente la vía de entrada de microplásticos al ser humano. El problema es tal, que sin poder evitarlo estamos expuestos a estos microplásticos continuamente, encontrándolos también en el agua y el aire que respiramos.
La FAO estima que el problema de los microplásticos seguirá en aumento. De ahí la importancia de:
- realizar estudios sobre la cuantificación en el medio ambiente (agua, sedimentos, biota), alimentos, tejidos humanos y sangre,
- y buscar otras opciones menos contaminantes en este sentido. Buscar alternativas a los plásticos y a los alimentos envasados en ellos.
Esta es la única forma de proteger nuestra salud y también la del planeta.
3º ESO
¡Buenas Colegio CPR Plurilingüe Possumus!
Vuestro post aborda un tema muy interesante porque es una problemática actual que afecta directamente a nuestra salud. Además al aportar muchos enlaces a lo largo de toda la noticia, ayuda a completar la información.
Como puntos a mejorar para los próximos posts, podríais redactar una conclusión que resuma los puntos clave y enfatice la importancia de abordar este problema.
¡Buen trabajo! Vais por el buen camino.
Muchas gracias por vuestra aportación en MásAulacheck.