Después del accidente nuclear en Chernóbil en 1986, la zona se ha convertido en un refugio para la vida silvestre, aunque con un rastro genético permanente en las especies que allí habitan. Un equipo de investigadores recientemente descubrió que los perros que viven en Chernóbil presentan diferencias genéticas significativas en comparación con otros perros en el mundo debido a la exposición constante a niveles elevados de radiación.
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Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un estudio genético utilizando 302 muestras de sangre de perros salvajes de la Zona de Exclusión de Chernóbil (ZEC). Un estudio dirigido por Gabriella Spatola del Laboratorio Nacional del Genoma Humano de la Universidad de Carolina del Sur y Elaine Ostrander del Laboratorio Nacional del Genoma Humano sugiere que «las poblaciones de perros de Chernobyl tienen un gran potencial para la inteligencia ambiental».
Diferencias genéticas de los perros
Según Antena 3 parece que los perros de Chernobyl 15 tienen estructuras familiares complejas y grandes variaciones genómicas entre ubicaciones geográficas en la ZEC. Estos datos sugieren que los animales se mueven entre ubicaciones y se multiplican libremente.
Lo más notable es que hemos identificado poblaciones de perros que viven dentro y alrededor del reactor, y podemos saber quiénes son esos perros con solo mirar el perfil de ADN. Pensar en familias que viven en lugares específicos es asombroso y habla de la resiliencia de los perros como especie, explica Ostrander.