El Paraninfo de la Universidad de Zaragoza presentó Iluminando la ciencia: Paleontólogas e ilustradoras, con motivo del 11 de febrero, Día de la Niña y la Ciencia, una exposición que ha podido visitarse hasta el día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
La antigua Facultad de Medicina de Zaragoza ha presentado algunos de los dibujos científicos conservados de Mary Anning, Elizabeth Philpot y Charlotte Murchinson. En la exposición se ha dado a conocer su historia y su trabajo, además de las cartas de Mary Anning y Elizabeth Philpot a uno de los padres de la paleontología, William Buckland.
Mary Anning
Nació en 1799 en el condado de Dorset. Perteneciente a una familia de clase humilde, desde niña sintió pasión por la geología y la paleontología.
La recolección de fósiles marinos que llevó a cabo era arriesgada, ya que requería caminar y saltar por acantilados y caminos inestables. Sin embargo, Mary Anning se movió entre este ambiente durante toda su vida.
La gente de su época era incapaz de aceptar que una mujer de su clase tuviera tales conocimientos. Sin embargo, gracias a su tenacidad autodidacta junto a la larga experiencia acumulada, se ganó el respeto e incluso proporcionó material a los expertos reconocidos para sus publicaciones.
Con el paso del tiempo Mary Anning se mostró resentida con “Los caballeros de la ciencia”, que habían publicado trabajos con contenidos suyos sin mencionarla en ninguno de ellos. Su trabajo fue valorado a partir de 1838, cuando recibió un salario anual por parte de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia. También fue nombrada miembro honorario del museo del condado de Dorset un año antes de su muerte.
Nunca fue admitida como miembro de la Sociedad Geológica de Londres. Pese a esto, su presidente reconoció que «contribuyó en gran manera con su talento y sus inagotables investigaciones a los conocimientos sobre los grandes saurios y otras formas fósiles de vida gigantesca».
Elizabeth Philpot
Elizabeth y sus hermanas Mary y Margaret se trasladaron a vivir a Lyme Regis tras la muerte de sus padres. Allí dedicaban su tiempo a buscar fósiles en los acantilados de la zona y exponían su colección a los visitantes del lugar. Pronto conocieron a Mary Anning, que, de clase más baja, hacía lo mismo que ellas para ganar dinero para su propia familia.
A pesar de la diferencia de edad y condición social, Elizabeth y Mary Anning pronto se hicieron amigas y disfrutaron de su pasión común por los fósiles. Un día Mary descubrió en un belemnite, cuya cámara con tinta seca Elizabeth consiguió recuperar. Al mezclarla con agua, la tinta se pudo utilizar para sus dibujos. La técnica de recuperación de la tinta seca sería imitada por otros buscadores del lugar.
Elizabeth Philpot se especializó en la búsqueda de restos de fósiles de peces y mantuvo contacto constante con paleontólogos y geólogos destacados, como William Buckland o Henry de la Beche. Sin embargo, su trabajo nunca fue del todo reconocido.
Su legado se encuentra en el Museo de la Universidad de Oxford y en el Museo Philpot, construido por uno de sus sobrinos en Lyme Regis. Una especie de pez fósil, el Eugnatus philpotae, fue bautizado así por el paleontólogo suizo Louis Agassiz en su honor.
Charlotte Murchison
Casada con Roderick Murchison, fue ella la que animó a su marido a estudiar mineralogía y conquiliología (el estudio científico de las conchas de los moluscos).
En uno de sus viajes a la costa sur de Inglaterra, Charlotte fue a la caza de fósiles con Mary Anning. En su diario, Roderick hace referencia a este encuentro y a que de aquel dúo “se enriqueció mucho mi primera colección”.
En 1831, el geólogo Charles Lyell se encontraba dando clases de geología en King’s College de Londres, donde las mujeres tenían prohibida la entrada. Charlotte insistió en que debía permitir su asistencia. Al final, el geólogo cedió y aceptó también que participara en las reuniones de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia.
Charlotte construyó una importante colección de fósiles, además de estudiar y dibujar de forma esquemática paisajes geológicos. A través de su trabajo, ayudó a su marido a desarrollar muchas de sus publicaciones como por ejemplo The Silurian System.
La actualidad de las mujeres y la ciencia
En el artículo “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: datos, estudios y fuentes para cubrir el 11F”, de la revista Science Media Centre, se compilan diferentes datos y reflexiones acerca del papel de la mujer en profesiones a las que ha tenido muy difícil acceso.
La brecha de género en la ciencia existe y las ciencias sociales tratan de entender sus causas desde la infancia. El informe de la UNESCO, Descifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, de 2017, señala que todavía se cría a las niñas con la idea de que tienen menos aptitudes que los niños para las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
En España, el alumnado universitario femenino es de más del 50%, pero su presencia cae en carreras como ingeniería y arquitectura, según se recoge en el Informe bianual Científicas del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Aunque el porcentaje de mujeres científicas españolas es superior a la media de la UE, reciben menos premios y menos ofertas de publicaciones en medios especializados, además de seguir sufriendo mayor acoso en el trabajo.
FUENTES DE INFORMACIÓN:
https://mujeresconciencia.com/2014/05/28/mary-anning-en-los-comienzos-de-la-paleontologia-moderna/
https://www.mujeresenlahistoria.com/2015/09/pescando-fosiles-elizabeth-philpot-1780.html
Los viajes de Charlotte Murchison a los confines de la geología – Mujeres con ciencia