La ceguera de los murciélagos es una idea difundida durante mucho tiempo, pero ¿es realmente verdad?

La palabra murciélago es una forma culta y la única válida (según la RAE) para designar a un animal quiróptero (orden Chiroptera). El murciélago es un animal que tiene sus extremidades anteriores adaptadas al vuelo, lo que lo convierte en el único mamífero que vuela.

La forma murciégalo (que se recoge en el diccionario desde el siglo XVIII) es la forma etimológica, término procedente del latín mus, muris ‘ratón’ y caeculus, diminutivo de caecus ‘ciego’. Es decir, ya terminológicamente su nombre hace referencia a un “ratón ciego”. Pues resulta que ni ratón, ni ciego.

Desde antiguo, existe la gran creencia de que estos pequeños animales nocturnos son ciegos por naturaleza y de ahí viene el dicho “ciego como un murciélago”, pero realmente no lo son, y su vista ni tan mal.

Los murciélagos tienen ojos funcionales y no son ciegos, y aunque su visión está más limitada que la humana (en la visión diurna), es  mejor que la de muchos otros mamíferos. Sus ojos son pequeños, pero a pesar de su tamaño están adaptados a la visión nocturna y pueden distinguir objetos en condiciones de oscuridad total. Recordemos que son pocos los días sumamente oscuros, porque la luna emite luz aún en sus fases incompletas.

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Detalle de los ojos de un murciélago.

Estos animales tienen la capacidad de detectar y percibir la luz ultra violeta de los rayos solares, a este tipo de visión se le conoce como visión mesópica. Por otro lado, la posibilidad de ver luz UV les permite ubicar y reconocer flores que les sirven de alimento. También tienen visión de color dicromática que les ayuda a distinguir el contraste entre objetos.

¿Qué hay de la visión en el día? Es sabido que los animales que ven bien de noche no tienen tan buena visión en el día, y viceversa. En cuanto a los murciélagos, por mucho tiempo se creyó que solamente tenían bastones, células fotosensibles del ojo que funcionan para la visión nocturna. Estudios posteriores demostraron que también tienen conos (células visuales especializadas en la visión diurna). A pesar de su vista, usan de forma continua su otro súperpoder,  la ecolocalización, es decir, usar el sonido para orientarse y cazar. Usar más el ultrasonido no es sinónimo e ceguera. Otros animales usan sus habilidades, por ejemplo: los perros, tienen muchísimo más desarrollado su olfato que su vista y no significa que sean ciegos.

Además de asociarlos con hábitos un poco dantescos y cargados de mitos (por el legado que de ellos hizo el Conde Drácula), los murciélagos han pasado por épocas históricas como animales con ceguera, hoy en día la ciencia ha desmentido este mito.

Grupo 3º ESO

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