Los músculos como ventana al cerebro: una disruptiva investigación aterriza en Zaragoza

Jaime Ibáñez ha logró una ayuda de 1,5 millones de euros para 5 años por parte de Europa para desarrollar nuevas tecnologías para descifrar las señales del cerebro basándose en los registros musculares. El protagonista de esta investigación forma parte del I3A Unizar y la Universidad de Zaragoza.

Este ingeniero de telecomunicaciones desarrolló gran parte de su carrera en el Extranjero, aunque regresó a la capital Aragonesa, Zaragoza, en el año 2021. Este proyecto supone una manera de ver la lectura de actividad neuronal extremadamente novedosa con la que gracias a los músculos podríamos tener un conocimiento mayor de las acciones del cerebro.

El programa de investigación e innovación de la Unión Europea el cual financia e impulsa las complejas ideas de los jóvenes y excelentes investigadores podrían proporcionar un gran beneficio a nivel social. En los últimos años el investigador del IA3 ha reparado en el potencial de equipos que proponen proyectos de alto riesgo, es decir, novedosos y disruptivos los cuales se basan en conseguir información sobre los procesos cerebrales dado que tiene un vínculo muy fuerte en la actividad muscular.

Según la explicación de Ibáñez, su proyecto el cual finalmente ha sido bautizado como Echoes, da comienzo al analizar el resultado del movimiento de los músculos en forma de actividad eléctrica. Los músculos los cuales son los que ejecutan cualquier procesamiento de nuestro sistema nervioso están conectados a las neuronas motoras.

¿Hasta qué punto nos puede ser de utilidad esas salidas para comprender la actividad que se está produciendo en distintos puntos para nuestro interés en el sistema nervioso? Esta es la cuestión que se plantea el equipo de Ibáñez con este proyecto tan prometedor.


Un hallazgo el cual puede resultar realmente interesante fue encontrado en el laboratorio tras el estudio de esa actividad ya nombrada. Resaltan que más allá del comando motor se puede encontrar mucha más información la cual puede tener vínculos realmente cercanos a la actividad de la cual se quiere sacar la información y la cual y la cual se produce en áreas del sistema nervioso realmente importantes.

Junto con el estudio de los músculos se pueden llegar a medir actividades que se están produciendo en zonas las cuales se encuentran relativamente alejadas, las que no tienen nada que ver con cómo nos movemos. Entonces el equipo de Ibañez se realiza el planteamiento de “¿Hasta qué punto podemos utilizar esa información?” Esta es la gran cuestión que enfrentará el equipo de Ibañez durante este proyecto el cual tiene una duración de 5 años. 

Como comenta Ibañez aunque sea en un caso “más de ciencia ficción” advierte que en un futuro algo lejano incluso se podrían aumentar las capacidades motoras. Claro esta que primero se deben concentrar en el reto actual el cual se basa en el desarrollo de métodos los cuales le permita a su equipo interpretar y extraer el llamado “espacio neuronal no motor en los músculos” para que así en un futuro se pueda llegar a la comprensión de los procesos de enfermedades tales como el Parkinson.

Actualmente el objetivo se trata de desarrollar una solución la cual otorgue la capacidad de registrar la actividad neuronal del sistema central a partir de que, como señala Laguna(IA3) tienen limitaciones importantes debido a que las tecnologías actuales debido a que son invasivas o que no dan una resolución tan alta como la requerida.

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