Con motivo de la celebración del Año Internacional del Vidrio en 2022, el IES María Moliner ha dedicado el Plan Lector del primer trimestre a este material. El vidrio es algo universalmente conocido y empleado en la vida cotidiana, pero hay muchos datos sobre él que la sociedad ignora. Aquí se resumen aquellos que más han llamado la atención del alumnado.
La Historia Del Vidrio
El vidrio nace en Mesopotamia alrededor del año 3000 a.C., aunque los primeros objetos de vidrio fabricados datan del año 2000 a. C. y se encontraron en Egipto. Los egipcios crearon objetos huecos usando la técnica del «núcleo de arena»: introducían en el vidrio fundido bolsitas de arena como molde para fabricar objetos como recipientes para los ungüentos o ánforas. Cuando se enfriaba, quitaban la arena.
En el siglo I a. C. se descubre en Tirón, al este de la costa mediterránea, la técnica del vidrio soplado, que se extiende a todo el Imperio Romano. La invención de la caña de soplar constituyó una verdadera revolución tecnológica y permitió el uso del vidrio como un elemento doméstico.
En el siglo XIX, durante las expediciones de Napoleón a Egipto, se determina que es el envase de vidrio el que más favorece la conservación de los alimentos y comienzan a nacer empresas de fabricación de envases, aunque no se hará masiva hasta principios del siglo XX con la creación de hornos específicos para su súper producción.
El cristal y el vidrio no son lo mismo. La versatilidad del vidrio
En nuestro día a día nos referimos a cristal cuando en realidad el material que tenemos delante es generalmente vidrio. La estructura molecular de una y otro es diferente. Mientras que el cristal presenta una estructura con celdillas ordenadas, en el vidrio no lo están y los ángulos de estas no son iguales.
Esto implica que el vidrio, a diferencia de los materiales con estructura cristalina, no tenga un punto de fusión determinado y pueda entrar en un estado que se denomina de transición vítrea, intermedio entre el sólido y el líquido y que le otorga características como la maleabilidad, la transparencia y la versatilidad. Además, el vidrio, aunque frágil, presenta una gran durabilidad y resistencia. Todas estas ventajas lo han convertido en un material fundamental en muchos ámbitos de nuestra vida.
En el campo de la medicina, el vidrio está presente en muchos utensilios como probetas y buretas y es empleado para reforzar huesos e incluso crear tejidos. Su resistencia a los cambios térmicos y a los componentes químicos permitió la fabricación de billones de envases para las vacunas contra la COVID en un tiempo récord.
Dentro de la arquitectura y el arte, el vidrio fue muy importante entre los siglos XIII, XIV y XV. Las vidrieras ganaron gran importancia en la composición de la luz dentro de las catedrales góticas, buscando reproducir la luz divina. En la actualidad el vidrio se utiliza para realizar paredes exteriores, escaleras, e incluso suelos. Uno de los avances recientes más notables se encuentra en la tecnología de Vidrios Inteligentes, que se basa en vidrios que cambian sus cualidades y permiten el control de la luz que los traspasa, volviéndose transparentes u opacos con la acción de un interruptor. Su objetivo es lograr espacios más eficientes en el ahorro de energía.
El vidrio, además, es la base de algo tan revolucionario en las telecomunicaciones como la fibra óptica, que sustituyó a los cables de cobre y la transmisión de información en electrones. Los conductos de vidrio de la fibra óptica permiten transportar la información en fotones, lo que significa que ahora esta se transmite a la velocidad de la luz. Es lo que se ha denominado la revolución del 5G.
El vidrio y la sostenibilidad
El vidrio juega un papel fundamental en tecnologías que abarcan la generación de energía, su conservación y almacenamiento. Dentro de las energías renovables, está presente en los paneles de energía solar fotoeléctrica o en las aspas de las turbinas eólicas. Es también el material elegido para la eliminación de residuos nucleares.
Además de sus cualidades de transparencia óptica y su resistencia al ataque de productos químicos, que lo hacen tan útil para las energías renovables, el vidrio se puede reciclar muchas veces sin perder su calidad. De un envase nace otro envase sin que se alteren sus propiedades químicas o físicas. Por eso se considera un material muy sostenible en comparación con otros, idóneo para la reducción de emisiones de CO2.
El vidrio es un material presente en la Agenda de 2030. Se plantea el uso de hidrógeno verde en su proceso de fusión para reciclar en el futuro. Otro objetivo es elevar el porcentaje en Europa de reciclaje de este material, que ronda en la actualidad el 78%; se espera alcanzar en 2030 el 90%. El vidrio está presente en muchos Objetivos de Desarrollo Sostenible, pues tiene que ver con la innovación, la sostenibilidad, la producción responsable y el medio ambiente.
Se considera a día de hoy uno de los materiales esenciales en el desarrollo de la humanidad, en su pasado, en su presente y su futuro. Por esto, al igual que tuvimos una Edad de Piedra o una Edad del Hierro, se plantea denominar nuestra época como la Edad del Vidrio.
FUENTES DE CONSULTA:
La edad del vidrio, CSIC (Centro Superior de Investigación Científica), Madrid, 2022.