¿Mito o realidad? ¿crecen más los niños durante el verano? Desentrañando el efecto del sol sobre el crecimiento infantil.
La creencia popular dice que los niños crecen más en verano, es decir, que «pegan el estirón» en la época de sol y calor. Cierto es que existen algunas publicaciones que así lo afirman. Por ejemplo, un estudio como el realizado en 2013 y publicado en el International Journal of Pediatric Endocrinology y recogido en la NIH (National Centre for Biotechnology Information) así lo determina.
Otro ejemplo de este crecimiento estival data del año 2015. Fue publicado en el Sunlight Institute, donde afirman que la exposición al sol en verano aumenta el crecimiento de los niños, pero ojo, pues esta publicación puede dar lugar a malinterpretaciones. De hecho, el estudio se refiere a niños con deficiencia en la hormona de crecimiento y que además están siendo tratados por ello.
En publicaciones más recientes, encontramos resultados que muestran que los niños crecen más rápido entre los meses de septiembre y abril y no en el verano. De hecho, así lo podemos ver en un estudio publicado en Frontiers in Physiology.
Este estudio se realizó con un grupo de alumnos desde los cursos de infantil hasta primaria y su duración fue de dos años. El estudio afirma que la talla de los alumnos es mayor durante el curso escolar en comparación con el verano, y que la ganancia en peso, no difiere entre estaciones sobre todo en niños saludables. No obstante, este estudio concluye que son necesarias más mediciones y estudios para comprender la regulación estacional en el crecimiento de los mismos.
Lo que está claro, es que el crecimiento de los niños no está directamente relacionado con las estaciones del año en particular. El crecimiento de los niños depende de otros factores como los genéticos, nutricionales, hormonales y ambientales.
No hay evidencias científicas actualmente que afirmen que los niños crecen más en verano. O en caso de que esto sea así, que este crecimiento se deba a la estacionalidad y no al hecho de que, en algunas culturas, puede haber variaciones estacionales en la ingesta de alimentos y la actividad física, lo que podría influir ligeramente en el crecimiento de los niños durante esas diferentes épocas del año.
En resumen, y teniendo en cuenta las publicaciones más recientes, el crecimiento infantil es un proceso complejo y multifactorial que no se ve afectado significativamente por el verano.
Álex Conchouso, Bruno Fernández, Sebastián Orozco, Paula Vila y Alba Prieto