¿Es necesaria la leche para prevenir la osteoporosis?

Consumo de leche y osteoporosis. Todavía hay mucho que investigar pero los datos la están dejando en evidencia.

La leche es un producto natural y de fuerte tradición en muchos países. Es un producto que se consume desde la antigüedad y de hecho, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, “la producción mundial de leche (aproximadamente el 81 % de leche de vaca, el 15 % de leche de búfala y el 4 % de leche de cabra, oveja y camella combinadas) aumentó un 3,7 % en 2021, como consecuencia de la expansión del sector en países como India y Pakistán”. Pero, el volumen de consumo de leche en España tiene una tendencia al descenso en los último años, tal  y como lo refleja el documento “CONSUMO DE LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS” de la Subdirección General de Producciones Ganaderas y Cinegéticas de la Dirección General de Producciones y Mercados Agrarios.

 HAGAMOS HISTORIA:

Históricamente, el consumo de leche se  vio favorecido por:

• Su valor nutricional: la leche se considera una fuente rica en nutrientes esenciales, como calcio, proteínas, grasas, vitaminas B12 y D y otros minerales. Premisa que se asocia con su supuesta capacidad de mantener los huesos fuertes y calcificados. De hecho, la OCU los promociona en su web. Cierto es que durante los primeros meses de vida la leche materna es el alimento ideal para el recién nacido. Además de aportarle todos estos nutrientes, le ofrece las primeras defensas contra varias enfermedades. Por este motivo, la OMS defiende la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y prolongada hasta que la madre y el pequeño lo deseen.

• Por cuestiones de cultura y tradición: en muchas sociedades, el consumo de leche y productos lácteos está arraigado en la cultura y la tradición. Por ejemplo, en muchas culturas occidentales, la leche es un alimento básico en la dieta diaria. Productos como el queso y el yogur son parte integral de la gastronomía.
• Disponibilidad y accesibilidad: en muchas zonas, la ganadería lechera está muy presente y tiene sistemas de producción eficientes y una infraestructura que facilita el transporte y distribución de los productos lácteos. En España, la AESAN recoge los requisitos y normativas necesarias para considerar los procesos correctos y adecuados.

• Es una alternativa a otros alimentos: la leche y sus derivados se usan como una fuente concentrada de nutrientes en comparación con otros alimentos. Además, son versátiles y se pueden usar en diversas preparaciones culinarias.
• Se hizo una gran promoción en beneficio de la salud: el consumo de leche varía entre diferentes zonas del mundo debido a diferencias culturales, intolerancias a la lactosa y preferencias dietéticas. Además, en los últimos años, han ganado terreno otras alternativas a la leche tradicional, como son las bebidas vegetales.  

PERO… ¿ES TODO POSITIVO?

Parece que hablar de no tomar leche de vaca durante el desarrollo o la vida adulta es un sacrilegio, y de hecho, hasta hace poco tiempo, solo se consideraba adecuado dejar de consumir leche de vaca en caso de que esta no sentase bien. La cuestión, es que nuestro organismo, produce una enzima llamada lactasa que se encarga de facilitar la digestión de la leche.  En ocasiones, el cuerpo no produce la suficiente y eso ocasiona la aparición de  molestias e incluso la intolerancia, conllevando a irritación gástrica y acidez. Así lo refleja la infografía realizada por la Universidad de México sobre la lactosa.

¿QUÉ SUCEDE CON EL CALCIO Y SU FIJACIÓN EN LOS HUESOS?

La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro progresivo del esqueleto. Esta condición ósea, aumenta la fragilidad de los huesos y, por lo tanto, el riesgo de sufrir fracturas.

Muchas personas padecen osteoporosis, y afecta de forma especial a las mujeres a partir de la menopausia. Esta enfermedad, está también determinada por cuestiones genéticas, hereditarias, hormonales y falta de ejercicio. Y por supuesto, la dieta es un factor importante a tener en cuenta.

Debido a la presencia natural de calcio en la leche, esta se consume como si se tratase de una solución a esta descalcificación, pero… ¿y si la leche en vez de ayudar a endurecer los huesos, los debilita más?  ¿Es necesario tomar leche para prevenir la osteoporosis? Toda la vida hemos recibido información sobre lo buena que es la leche para nuestros huesos debido al aporte de calcio que proporciona, e incluso, el hecho de  no consumir lácteos era una papeleta segura para una osteoporosis futura.

La Dra. Amy Joy Lanou, es directora del Instituto de Salud Pública de Carolina del Norte y profesora del Programa de Liderazgo en Salud Pública, dijo textualmente, “Aunque la leche de vaca ha sido ampliamente recomendada en los países occidentales como necesaria para el crecimiento y la salud ósea, la evidencia recopilada durante los últimos 20 años muestra la necesidad de repensar las estrategias para desarrollar y mantener huesos fuertes. Las tasas de fracturas óseas osteoporóticas son más altas en los países que consumen la mayor cantidad de lácteos, calcio y proteínas animales. La mayoría de los estudios sobre el riesgo de fracturas proporcionan poca o ninguna evidencia de que la leche u otros productos lácteos beneficien a los huesos” .

Realmente, existen pocas evidencias que respalden las pautas alimentarias en las que se recomienda el consumo de lácteos para favorecer la mineralización ósea, y encontramos estudios en los que se relacionan las fracturas óseas con el consumo de lácteos. Un consumo elevado de leche puede tener efectos indeseables ya que se relaciona con el estrés oxidativo producido por la lactosa y la D-galactosa presentes en la leche de forma natural.

Según datos de 2019, precisamente los países europeos que más osteoporosis sufren, son Alemania junto con Italia y Suiza y el que menos Irlanda (con casi la mitad de casos que en los anteriores países). Y se da la casualidad de que Alemania es el país que más gasto produce en lácteos mientras que el que menos gasto registra es Irlanda. ¿Curioso, no? ¿Cómo puede ser? – Los lácteos tienen un efecto acidificante en el cuerpo. El pH de la sangre de forma normal, es neutro y está estable y cuando se acidifica, un mecanismo del cuerpo para contrarrestar esta acidificación es extraer el calcio de los huesos para nivelar el pH. 

En definitiva, el hecho de no consumir leche no va a suponer un daño para nuestros huesos siempre y cuando le ofrezcamos a nuestro organismo un aporte de calcio procedente de otros alimentos. Algunos ejemplos son los frutos secos, las coles y la verdura rizada, y siempre tener en cuenta que para la fijación correcta del calcio, es importantísima la Vitamina D.

Dubra Covelo, Alba Prieto y Paula Vila