En nuestros cielos del norte, es habitual observar las hermosas nubes y, entre ellas, esos caminitos blancos que los recorren, formando, a veces, verdaderos tableros de ajedrez o tres en raya.
Seguramente tengas algún amigo que, en alguna ocasión, mirando arriba, haya levantado el dedo hacia la estela de un avión para decirte que lo que estás viendo es un chemtrail.
La palabra inglesa chemtrail proviene de la abreviación de las voces inglesas Chemical y trail, las cuales se traducen literalmente al español como estela química y algunas personas afirman que forman parte de un plan secreto que pretende modificar el clima, provocar enfermedades, controlar la natalidad o directamente acabar con la humanidad.
Pero por mucho que os digan, no debéis preocuparos. No, no os están fumigando, ni esterilizando; ni controlando el clima. Los famosos chemtrails no existen, simplemente son estelas de condensación producidas por la interacción de los gases que expulsan los aviones con los de la atmósfera.
En #Espiciencia no nos tragamos las teorías de conspiración mundial y nos gusta comprobar los hechos, contrastar fuentes y buscar evidencias.
Tal y como se describe en la fuentes consultadas, los motores de los aviones emiten vapor de agua y otras sustancias como hidrocarburos y óxidos de nitrógeno y azufre. No obstante, para que las estelas se formen, únicamente es necesario que existan gotas minúsculas de agua y las condiciones atmosféricas adecuadas. La existencia de otras partículas en suspensión, también ayudan pues se comportarían como núcleos de condensación y ayudarían a formar estas “nubes de avión”. Diferentes condiciones atmosféricas de presión, temperatura y humedad, hacen que estas estelas se vean más intensamente, se desvanezcan o permanezcan inalterables ante nuestros ojos.
Para comprobar cuáles son las circunstancias ideales para ver este fenómeno, en #Espiciencia hemos realizado una sencilla indagación, utilizando únicamente botellas de plástico limpias, una bomba de bici, agua, papel, un mechero, un secador, aceite y un refrigerador.
Tomamos las botellas de plástico y las sometimos a la presión acordada utilizando la bomba de la bicicleta, consiguiendo incrementar la temperatura del aire de su interior y con ello la vaporización del agua existente. Una vez alcanzada, soltamos el tapón y observábamos la condensación del vapor de agua, formando una nube. Modificando las condiciones de humedad (con un poco de agua en el interior, sin agua desecada con gel de sílice), temperatura (botella en congelador o calentada con secador), presión (poca presión, mucha presión), partículas en suspensión (con humo de cerilla, sin humo) y contenido en líquido (con aceite, si aceite), pudimos observar como cambiaba la densidad y duración de la nube formada.
Así pudimos constatar que son mayor humedad, las nubes eran más densas y persistentes; lo mismo sucedía con la presencia de partículas en suspensión o con la botella más fría. Uniendo estas condiciones favorables, formamos las nubes, nuestros chemtrails más espectaculares.
Os dejamos enlaces interesantes para que profundicéis en la verdad de las estelas de aviones e intentéis recrear las vuestras en casa, para que cuando miréis al cielo no penséis en extrañas patrañas sino en la ciencia que se esconde detrás de ellas:
– https://cienciadesofa.com/2014/02/patranas-ii-la-estafa-de-los-chemtrails.html
– https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/por-que-algunos-aviones-dejan-una-estela-en-el-cielo/
– https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/conspiracion-chemtrails_13960
– https://www.divulgameteo.es/fotos/meteoroteca/Nubes-de-aviones.pdf
– https://okdiario.com/sociedad/aviones-que-fumigan-que-no-llueva-aemet-obligada-dar-explicaciones-manipulacion-del-tiempo-10918694
– https://www.bosquedefantasias.com/recursos/experimentos-fisica/como-hacer-nube-botella
– https://www.youtube.com/watch?v=1XSZ7VIZpt4
– https://espaciociencia.com/experimento-educativo-una-nube-en-una-botella/