Desde la antigüedad, culturas como la egipcia han afirmado que los cultivos son más o menos prósperos dependiendo de la fase lunar en la que se realizan, siendo la de luna llena la más productiva. Pero, ¿hasta qué punto es esto cierto? ¿Realmente merece la pena seguir estas tradiciones, o son una pérdida de tiempo?
Si realizamos una rápida búsqueda en internet, es probable que nos aparezca algo como lo siguiente:
Aparentemente, podríamos interpretarlo como una respuesta afirmativa a nuestra pregunta, pero, ¿y si indagamos un poco más en la red? Aunque de primeras nos encontremos con decenas de webs que proponen experimentos para niños con el fin de demostrar esta hipótesis, es probable que tras unos minutos de búsqueda lleguemos a artículos (o noticias referentes a ellos) provenientes de universidades que afirman lo contrario. Por ejemplo, esta noticia del periódico Agronews, en la que se habla de un artículo escrito en 2021 por un grupo de investigadores de la Facultad de Magisterio de la Universitat de València. En él, analizan diversos artículos referentes al tema de la luna y los cultivos que se han ido publicando desde 1946, hasta llegar a la conclusión de que “no se establece ninguna relación entre la Luna y el crecimiento de las plantas”, y aquellos papers que indican lo contrario “no aportan ninguna evidencia científica clara que permita corroborar la influencia del satélite de la Tierra en los cultivos”.
Uno de los argumentos que usan más frecuentemente las personas que defienden esta práctica es que, al igual que sucede con las mareas, la savia de las plantas también debería moverse según la fase de la luna en la que nos encontremos. Pero esta afirmación tiene varios errores, y el más significativo, es que no es equiparable la masa de los océanos o los mares con la de la savia de las plantas (esta es ínfima en comparación).
Es por todo esto que este mito que llevamos arrastrando desde hace más de 2.000 años es falso, y cabe destacar que, ante la duda, lo mejor es siempre recurrir a fitness de información fiables (como en este caso, un artículo de investigación de una universidad)
Trabajo realizado por Lucía Ojedas, alumna de Cultura Científica del IES Medina Albaida
Muy interesante esta aportación ¡es un bulo muy extendido si lleva 2.000 años con nosotros! Todavía se escucha mucho en los pueblos y forma parte de las creencias populares. Sin embargo, hacen falta argumentos científicos que lo respalden y, como bien indicáis en el texto, no los hay. El artículo está bien escrito y bien estructurado, agradecemos que la bibliografía esté integrada en el texto. Os animamos a que en un comentario nuevo nos contéis un poco más sobre los procesos que hacen que los líquidos de nuestro planeta (mar o, hipotéticamente, la sabia) se muevan con las fases lunares ¡Gracias por la aportación!