El secreto de la fuerza de Popeye… ¿mito o realidad? 

Durante décadas, Popeye el marinero ha sido un icono de fuerza instantánea: con solo abrir una lata de espinacas, aumentaba su musculatura  y energía para superar cualquier desafío. Pero, ¿qué hay de cierto en esta creencia popular? ¿Las espinacas realmente nos dan una fuerza como esa? Vamos a descubrirlo desde un punto de vista científico.

Busceamos en la historia a Popeye: el marinero que popularizó las espinacas. 

Para los más jóvenes que no saben quién es Popeye… pues, Popeye es un personaje de cómic creado por Elzie Crisler Segar en 1929. Apareció por primera vez el 17 de enero en la tira cómica “Thimble Theatre”, publicada en el periódico The New York Evening Journal. Originalmente, “Thimble Theatre” se centraba en otros personajes, pero Popeye rápidamente se convirtió en el protagonista principal gracias a su carisma, su peculiar manera de hablar y su fuerza descomunal, proporcionada fundamentalmente por las espinacas que comía.  

Popeye fue creado como un marinero rudo, valiente y con un fuerte sentido de la justicia, caracterizado por su brazo tatuado de ancla, su pipa y su aspecto algo tosco. Su éxito fue inmediato y pronto tuvo su propio espacio en periódicos, dibujos animados y todos los productos comerciales que surgieron a raíz de ello. 

El mito de las espinacas. ¿Un error que cambió la historia?

La relación de Popeye con las espinacas se introdujo poco después, como una herramienta narrativa para justificar su fuerza increíble. En los dibujos animados y cómics, Popeye consumía una lata de espinacas cuando necesitaba una dosis extra de energía para vencer a sus enemigos o superar obstáculos.

Este vínculo entre Popeye y las espinacas tuvo un gran impacto social y cultural. Según estudios y análisis históricos, el personaje ayudó a aumentar el consumo de espinacas en Estados Unidos durante las décadas de 1930 y 1940, especialmente entre la población infantil. Popeye se convirtió en un contenido de marcaque funcionó muy bien, puesto que las ventas de espinacas  se incrementaron en un 33% en Estados Unidos. A día de hoy, en Texas, podemos encontrar una estatua de Popeye que se hizo para conmemorar ese incremento en las ventas.

La asociación Popeye + espinacas popularizó la idea de que las espinacas eran una fuente poderosa de hierro y fuerza, aunque como avanzamos en el epígrafe, esta idea está basada en un supuesto error científico. En 1870, el químico alemán Emil von Wolff fue el primero en analizar el contenido de hierro de las espinacas. Pero cometió un error en una coma. Transformó los casi 4 mg de hierro por cada 100 gramos que contiene la hoja de espinaca, en 40 mg/100 g, convirtiéndola en la más extraordinaria fuente vegetal de este mineral. 

Esta teoría de error en los decimales no está de todo clara, puesto que Mike Sutton, revisa los datos y señala que Wolff no cometió un error de decimales, pero sí algunos otros: pudo haber contaminación de las muestras con hierro a partir de las mesas-instrumental del laboratorio, ¿eran espinacas frescas o desecadas lo que usó en el laboratorio? (las espinacas frescas contienen menos de 1 mg (elevado contenido en agua), mientras que las espinacas desecadas o previamente cocidas llegan a 6,5- 8 mg. Y añadía que, además, las espinacas son ricas en ácido oxálico, que inhibe la absorción de hierro.

Imagen de Popeye. Licencia Creative Commons Brecht Bug (https://www.flickr.com/photos/93779577@N00/50769615367/in/photostream/)
Y, ¿son las espinacas realmente tan nutritivas?

Las espinacas son verduras ampliamente reconocidas por su valor nutricional.  Aportan vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Aquí os dejamos una relación de los elementos nutritivos de estas verduras:

  • Vitaminas: Son especialmente ricas en vitamina K, fundamental para la coagulación sanguínea y la salud ósea. También contienen altas cantidades de vitamina A (como betacaroteno), vitamina C y ácido fólico (vitamina B9), esencial durante el embarazo y en procesos de regeneración celular.
  • Minerales: Son una excelente fuente de hierro, aunque de tipo no hemo (de menor absorción que el hierro animal). También contienen magnesio, calcio y potasio.
  • Fibra y proteínas: son buenas fuentes de fibra, lo que favorece la salud digestiva. En cuanto a proteínas, tienen un aporte moderado para tratarse de verduras.
  • Antioxidantes y otros compuestos: Contienen luteína y zeaxantina, antioxidantes beneficiosos para la salud ocular.
  • Energía: La energía que obtenemos de los alimentos se mide en calorías. Tienen muy pocas calorías (alrededor de 23 kcal por 100 g).

Vemos que las espinacas son muy nutritivas, pero para desmentir o no esta idea, vamos a compararlas con otras verduras:  

A nivel calórico, hay hortalizas menos calóricas, como la acelga que aporta 19 kcal por 100g de producto. Otras verduras como la col tienen el mismo contenido de hierro y a nivel vitamina C, el brécol, el pimiento rojo y la col tienen mayor cantidad. En Vitamina A le ganan las zanahorias y el pimiento rojo y están a la par del brécol y la col. En cuanto al calcio, por ejemplo en brécol, la col y e pimiento rojo tienen más contenido y como fuente de fibra también son mejores estas tres últimas hortalizas.

Conclusión final

La energía de Popeye no viene solo del hierro de las espinacas, sino de una combinación de nutrientes que ayudan al cuerpo a funcionar mejor. Pero si se necesita un “empujón de energía real”, entonces… ¡se necesitan más que un puñado de hojas verdes! Como transmitió Hamblin, investigando sobre este tema en 1981, “Para una mejor fuente de hierro, Popeye debería haber masticado directamente las latas”. 

Por otro lado, tenemos a Hallberg, que publicó un estudio en 1989 en el que encontró que la absorción de hierro puede aumentar hasta 3 veces cuando se consume acompañado de vitamina C. Con lo que la cantidad de hierro absorbida por el organismo no depende únicamente de la cantidad de hierro que consumimos sino del tipo de hierro y de cómo consumimos este hierro.

Las espinacas no dan fuerza al instante, pero sí ayudan al cuerpo a funcionar mejor. Combinar diferentes verduras en la dieta es la clave, cada una aporta cosas distintas, y juntas forman un equipo perfecto para mantenernos sanos… aunque no ganemos fuerza inmediata como le sucedía a Popeye.

Grupo: 3º ESO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *