Aunque durante mucho tiempo ha sido asumido que las ratas eran las principales propagantes de la peste bubónica, recientes estudios han demostrado que esta presunción es falsa.
Un experimento concreto podría ser el realizado por el Centro de Síntesis Ecológica y Evolutiva de la Universidad de Oslo. Este grupo en concreto estaba formado por Katharine R. Dean y Fabienne Krauer entre otros.
La peste fue una de las peores pandemias que ha padecido la humanidad. El enfermo se infecta con la bacteria Yersinia pestis que se transmite de varias maneras, pero especialmente a través de la picadura de una pulga infectada.
Estas pulgas, son ectoparásitos, es decir, son “parásitos que viven en la superficie de otro organismo y viven de él”. En el caso de los humanos, los más comunes son los piojos y las pulgas.
Los científicos noruegos crearon una simulación para estudiar la transmisión de la enfermedad y descubrieron que la cantidad de enfermos por peste durante la Segunda Pandemia coincidían con los resultados de las transmisiones por ectoparásitos humanos.
Un dato trascendental es el hecho de que los contagios surgían por las pulgas y piojos que saltaban de humano en humano, y no de rata en rata. Este dato se sostiene sobre el hecho de que, si las pulgas hubieran infectado realmente a las ratas, la mortalidad de estas hubiera subido notablemente, y en realidad la cantidad de ratas muertas en el siglo XIV no supera el número de ratas muertas durante otros momentos históricos.
Además, aunque es probable que una especie de roedor sí fuera el causante de la transmisión de la enfermedad se ha demostrado que no fueron las ratas, si no los jerbos.
Sin embargo, en algún momento de la pandemia sí que la enfermedad se podía haber transmitido por las ratas, siempre y cuando estas hubieran sido contagiadas anteriormente por lo jerbos. Esto se explica porque el lugar donde nació la peste bubónica, las estepas de Asia, tenía una mayor población de jerbos y no de ratas.
Volviendo al tema anterior, se dice que la pulga vivía en los jerbos que luego lo transmitían a las ratas. Aun así, es importante destacar que no eran solo los roedores los que podían transmitir esta enfermedad, ya que la bacteria Yersinia puede ser trasmitida también por mamíferos grandes o gatos domésticos, siendo su ciclo biológico bastante complejo como se puede observar en la siguiente imagen
No obstante, todavía queda mucho por investigar en cuanto al papel de los roedores en la propagación de enfermedades.
Fuentes:
https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/02/150224_peste_negra_gerbillos_lp
https://www.americanpest.es/blog/jerbo-posible-causante-la-peste-negra-europa
Por: Judith Alonso, Ana M. Hernanz, Laura Recio. 4ºESO- Proyecto en Innovación Científica y Tecnológica