El futuro de la alimentación de los ciudadanos estará en los insectos y lo veremos con normalidad.
En estos últimos tiempos han corrido rumores sobre la nueva ley de la Unión Europea en materia alimentaria “Será obligado incluir insectos en sus comidas”, pero ¿es esto cierto?¿Alimentarse con insectos supondrá estar expuestos a más riesgos para nuestra salud? ¿Están ya cubiertos por las normas actuales? En este artículo te diremos si es así.
A primera vista, comer insectos nos puede parecer asqueroso, (aunque hay que dejar claro que, cuando un insecto ha sido autorizado para ser comercializado, podemos estar tranquilos respecto a su seguridad alimentaria), pero últimamente está de moda añadirlos en los alimentos. En muchas culturas de países de África, América Latina y Asia es un verdadero manjar y cada vez traspasa más fronteras gracias a que los insectos comestibles tienen un elevado contenido en proteínas y nutrientes
La supuesta nueva ley que nos obligará a comer insectos es un bulo. Ha circulado esta noticia en muchos medios de comunicación y redes sociales, pero esto es una mentira. Ningún estado puede obligar a ningún ciudadano a comer un alimento específico.
La Comisión Europea aprobó la utilización de insectos en la comida a ciertas empresas, pero hay que indicar su uso correctamente. La CE especificó en su web que «depende de los consumidores decidir si quieren comer insectos o no». No es la primera vez que la UE autoriza la venta alimentaria de insectos. Entre 2021 y 2022 aprobó la comercialización de cuatro (larvas del escarabajo del estiércol, gusano de la harina, la langosta migratoria y el grillo doméstico), y actualmente estudia la salida de otras ocho.
“Para aprobarlos, los nuevos alimentos son sometidos a una estricta evaluación científica de seguridad por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en inglés), una agencia de la Unión Europea que asesora sobre posibles riesgos alimentarios”, cita la página WEB EuroEFE.
Asimismo, señala que «en Europa se está empezando a introducir» el consumo de insectos porque los aprobados «tienen un alto valor nutritivo, aportan proteínas de alta calidad, otros micronutrientes (vitaminas y minerales) y fibra alimentaria (quitina)».
En redes sociales han salido posts donde indican que el consumo de quitina es malo para el ser humano, que provoca cáncer. Pero, como explica Victorio Teruel (subdirector General de Gestión de la Seguridad Alimentaria de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN), este compuesto «no supone ningún riesgo para el consumidor»
El consumo de insectos es bueno para la Tierra, ya que requiere menos agua y tierra para su producción, no como la carne. «El consumo de insectos… contribuye positivamente al medio ambiente y a la salud y los medios de subsistencia», se lee en una declaración de la comisión de la UE. Ésto de consumir insectos puede ser nuevo para los europeos, pero en realidad es más común de lo que creemos: casi dos mil millones de personas consumen insectos regularmente.
A día de hoy, se han aprobado distintos insectos para el consumo humano en Europa:
Larvas del Gusano de la harina (Tenebrio molitor): en forma congelada, desecada y en polvo.
Langosta migratoria (Locusta migratoria): en forma congelada, desecada y en polvo.
Grillo doméstico (Acheta domesticus): en forma congelada, desecada, en polvo y polvo parcialmente desgrasado.
Larvas de escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperionus): en forma congelada, en pasta, desecada y en polvo.
Además, hay ocho solicitudes pendientes para insectos destinados a ser comercializados en diferentes formas que actualmente están siendo objeto de una evaluación de seguridad por parte de la EFSA.
Algunos de los beneficios son
A) Nutricionales: También son ricos en algunos minerales y vitaminas . Eso sí, este valor nutricional de los insectos depende no solamente de la especie, sino también del momento de la vida del insecto en que se coma o de la preparación culinaria a la que se someta.
B) Medioambientales: Si tomamos como referencia los alimentos de origen animal, la producción de insectos necesita menos terreno y agua, produce menos cantidad de amonio y emisiones de metano y es más eficaz a la hora de convertir los alimentos en proteína.
C) Económicos: La comercialización de insectos como nueva fuente de alimentación pueden ser una oportunidad de desarrollo de algunas comunidades y una línea de negocio.
El país que está más receptivo a la idea de comer insectos es Francia. “Un veinticinco por ciento de las personas encuestadas dijeron que están dispuestas a comer alimentos que contengan polvo de insectos”. Alemania y Dinamarca también encajan por poco con 24 y 22 por ciento respectivamente.
Y sus desventajas
Alergenicidad: Por esta razón, es obligatorio hacer la indicación de alérgenos en el etiquetado tanto de los alimentos envasados que lleven insectos como de los no envasados. Especies bacterianas del género Staphylococcus, Streptococcus, Bacillus, Pseudomonas, Micrococcus, Lactobacillus, Erwinia, Clostridium y Acinetobacter, así como miembros de la familia Enterobacteriaceae, se han asociado con los insectos comestibles. Incluso se han asociado diferentes especies de hongos con la microbiota que se encuentra en la superficie del cuerpo o intestino de insectos comestibles.
Químicos: los insectos criados en residuos agrícolas pueden estar expuestos a micotoxinas, plaguicidas, metales tóxicos y dioxinas. Por otra parte, si se utiliza estiércol de ganado y aves de corral para la cría de insectos, pueden estar expuestos a antimicrobianos y pesticidas.
Por todas estas razones los controles que se les hacen a los insectos antes de proceder a su comercialización son muy estrictas.
Italia y Polonia fueron los que más se resistieron a la idea, con solo el 17 y el 18 por ciento de los encuestados que dijeron que estarían dispuestos a intentar comer insectos con regularidad.
En definitiva, en tus comidas y en tu alimentación solo pueden haber insectos si tú así lo deseas y piensas que le hace bien a tu organismo. La afirmación de que la UE te obligará a comerlos es un bulo muy grande, la UE no puede obligar a ningún ciudadano a comer un alimento específico. Por ello, es importante informarnos y verificar este tipo de noticias antes de compartirlas y tomarlas como verdaderas.
Enlaces de las páginas visitadas:
https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/E-9-2023-000250_EN.html
¡Buen trabajo! Habéis desmontado bien el bulo, ningún Estado puede forzar a un ciudadano a consumir un alimento en concreto, al final son siempre recomendaciones. Hacéis una amplia introducción y además aportáis buenas explicaciones de los beneficios y desventajas de su consumo. El texto está bien estructurado, con algunos apartados concretos. Para la próxima vez, podríais también incluir los tipos de larvas en otro apartado, así como señalar las referencias bibliográficas en el texto ¡Gracias por la aportación!
Muy interesante, lenguaje no muy complejo y gran explicación 👍.
Me pareció un bulo bien desmentido, con estas actividades aprendemos a saber que nos creemos y que no al buscar alguna información
Este bulo me resultó entretenido de leer ya que pienso que se desmintió muy bien. La actividad es bastante entretenida por que es una manera de aprender a saber reconocer un bulo y no creernos información falsa.