Técnicas de manipulación y desinformación en la red

Adriana Guerra Ojeda y Silvia González Moya. Alumnas del 1º BACHILLERATO IES ZURBARÁN.

Redes sociales, Internet, páginas webs, aplicaciones con diferentes usos… Todos son conceptos que conocemos e incluso manejamos en nuestro día a día, pero ¿hasta qué punto conocemos realmente lo que ya es una parte fundamental de nuestra vida?

La Inteligencia Artificial está a la orden del día, tanto que ya es una asignatura más en casi todos los institutos de España y la profesión de cada vez más personas.

Desde el I.E.S. Zurbarán de Badajoz nos han encomendado la tarea de dar a conocer diferentes peligros a los que nos enfrentamos sin ser conscientes de ellos. Estos serían las burbujas de filtro, las cámaras de eco, las granjas de troles y las nuevas formas de propaganda, conceptos que hemos estudiado a lo largo del primer trimestre de este curso.

¿A quién no le ha pasado que después de hablar con alguien sobre un nuevo producto que quieres adquirir y que inmediatamente después te empiecen a salir anuncios al respecto? Esto es principalmente debido a las cookies que aceptamos sin siquiera pararnos a pensar lo que nos están pidiendo, una herramienta que utilizan principalmente las burbujas de filtro.

Podemos definir una burbuja de filtro como un aislamiento que realiza el algoritmo en base a tus gustos, cosas que buscas, pensamientos o publicaciones a las que das “me gusta”. A priori podemos pensar que no es un problema, pero pronto nos daremos cuenta de que la información que nos llega está completamente sesgada y, en los casos más extremos, conlleva una polarización de determinados pensamientos, conductas o gustos.

Un caso similar es el de las cámaras de eco, estas cogen la información generada por las burbujas de filtro amplificándolas y reforzándolas. Como se ha explicado antes, esto causa una completa creencia de que todo lo que se consume en Internet es verídico y real, cuando no tiene por qué ser así, y puede originar desconfianza a cualquier medio de comunicación con ideas contrarias a las del individuo. Aún así, hay una pequeña forma de evitar que esto nos ocurra, la cual sería la búsqueda de esa información en otros medios de comunicación que puedan ser más objetivos.

Pero para que esto pueda difundirse se necesita cierto tipo de herramientas,estas son las nuevas formas de propaganda. Estas formas de propaganda se encuentran en Internet y buscan la promoción de productos o servicios.

Para llevar a cabo su cometido las empresas utilizan cierto tipo de métodos,de los cuales solo vamos a nombrar los más importantes. Una herramienta es la publicidad nativa, esta busca mediante promesas de solucionar tus problemas ganarse la confianza del usuario,usualmente se utilizan blogs aunque existen muchas más maneras. Otra forma bastante popular son las redes sociales e influencers, debido a que las redes sociales son parte fundamental de nuestras vidas, las campañas en estos sitios pueden ser muy efectivas, además se utilizan a ciertos usuarios llamados influencers que se dedican a la promoción de productos a sus cientos de seguidores. También existe la venta de cookies, presente en muchas páginas web con el fin de crear una publicidad masiva.

Pero estos no son los únicos peligros presentes en la Red. Cada vez es más frecuente la difusión de bulos para crear controversias, esto se ve reflejado en los medios de comunicación, que rápidamente se lanzan a hablar de estos. Pero cuidado, no debemos dejarnos engañar, ya que en muchas ocasiones estas controversias son generadas por granjas de troles, cuyo objetivo principal es generar la mayor confusión posible a través de Internet simplemente por diversión o, incluso, por dinero.

A primera vista, puede parecer que en Internet lo tenemos todo bajo control, pero realmente estamos muy expuestos a estas nuevas formas de manipulación online.

Esta exposición hace que cada vez sea más fácil caer en las fake news, pero por suerte podemos evitarlas si nos permitimos contrastar la información lo máximo posible y crear una opinión propia teniendo de base los hechos más objetivos. Las fuentes oficiales son una gran ayuda para no caer en ellas y, sobre todo,

debemos tener presente que no todo lo que vemos en Internet es cierto, anteponiendo siempre el pensamiento crítico a cualquier información dudosa.

Obviamente nunca seremos inmunes a las fake news, pero sí podemos adquirir los conocimientos informáticos necesarios para evitar engaños con mayor facilidad.